viernes, 23 de febrero de 2007

!!Como matar un pollo!!

Como matar un pollo
según “Sirita La Pollera”

El pollo manilo pataleaba en el suelo, dando vuelta en circulo, como aplaudiendo con las alas, abriendo y cerrando el pico, los ojos desmesurados, vidriosos, a la vez que estiraba las patas temblorosas, entre el fango, golpeándose con el contén y la mata de javilla.


Mucha confusión se ha generado por el uso indiscriminado de conceptos al momento de definir las técnicas (sobre todo el golpe) de cómo matar un pollo, me parece importante establecer las siguientes diferencias:

No cualquier golpe define el que se aplica al pollo. No es lo mismo un Ñuncazo, Golopón, Trompón, Palo o Tubazo que un matapollo. El ñuncazo es un golpe aplicado en el ñunque-yunque-nuca, en la “tabla del cocote” y/o “celebro”. El ñuncaso es casi siempre por sorpresa, pues para darlo no se puede estar totalmente de frente. El golopón es un golpe que se aplica estando usted de frente y/o de espalda, se da siempre en la llamada “caja del cuerpo”, este no responde a ninguna técnica. Es como una galleta, pero con la mano cerrada. El golopón desacredita. El trompón se define mas por la posición del puño que por el lugar que se aplica. Este adquiere mayor jerarquía cuando es en el rostro. Se le da un nombre mas sofisticados cuando interviene la técnica (gancho, opercú, recto, yack…). El trompón tumba y/o tambalea. Tanto el golopón como el trompón dejan mayugón y pueden producir mareo, ambos privan y pueden generar sanantonios. El palo esta definido por su nombre, si es con una pala es palazo. El tubazo siempre será con un tubo de metal hueco, si Se aplican barios se dice: “le entro a tubazos”, si es uno sencillamente: “le dio un tubazo”, lo mismo aplica para los demás.

Ahora bien, en el caso del matapollo, distinto a todos los demás, siempre será un matapollo. No se dice le entro a matapollos. Para ser matapollo debe ser aplicado en la espalda. Este golpe aplicado al ser humano es degradante, pues al imaginárnoslo nos figuramos a alguien “jullendo”.

El sonido característico es similar al que resulta de dar un golpe con la mano abierta a una pared de plafón. Es lo que se llama un golpe seco con vibración. Con la mano abierta o cerrada, pero siempre con el filo. Al ser aplicado la reacción es querer juntar la cabeza con los talones y llevarte las manos detrás para agarrarse. Al que lo suenan con un matapollo puja. Nos imaginamos que este siempre existió como golpe, pero adquiere su nombre al ser usado dentro del repertorio del o la pollera.

Dícese pollero/a: Aquella persona que en un punto del barrio, preferiblemente cerca de un colmado o esquina, instala una mesa forrada con planchas usadas de imprenta, machetito…, fundas plásticas y fogón, para despachar pollos a granel (picado), como medio de sustento familiar y/o personal. Matapollo: golpe usado por el o la pollera para matar el pollo. El pollero suele gozar de algunos favores femeninos, pues no es lo mismo comer con compaña que comer sin compaña.

“Ete mardito pollo botó má pupú que to losotro”. El espectáculo era cotidiano, incluso, algunas veces, cuando no era suficiente con un golpe, Sirita le bandiaba el pezcuezo con un cuchillo o sino lo agarraba la cabeza y le retorcía el cocote. Independientemente de lo convencional del método, todos veíamos a Sirita como una verdadera técnica en el arte de matar pollo, en cuyo record estaba el nunca haber fallado en el intento. Esa era nuestra Sirita, con las manos siempre blancas y arrugadas, como se nos ponían las manos y los pies cuando de muy pequeños nos metían en una ponchera y nos dejaban dos horas. Toda un hito barrial con patente popular, un punto de referencia: ¡!Sirita La Pollera!!


En la proclamación de los derechos barriales nunca se hablo de los derechos del pollo, para que hablar de los derechos del pollo, si el pollo está hecho en serie para ser matado y comido, es parte de la pirámide alimenticia, es un número, una cifra global de la macroeconomía del crecimiento para el desarrollo humano y sostenible, alguien decía.

¿Y sienten los pollos?, coño parecen asumir su inevitable condición. fíjese: ellos como que se presentan, casi en fila, algunas veces pareciese que protestan cuando se vulnera su turno, toda una cultura Manila, no huyen, ya ni gritan, ¿Será por eso que son manilos?


-“Coño Sirita ten ma cuidao, mira como me echate esa mierda en er pantalón”, “-y te sarvate que no fue en la boca”, -“Dame libra y media de arriba mardito cuero”, -“va tené que eperate, ohora e que toy matando, si tu quiere vémelo juntando eneta ponchera”, y echa también er maniao (es el único animal que se le enredan las alas por detrás de la “espalda” y se tulle).

El fondo musical podría decirse que era siempre el mismo, “que me la pegue pero que no me deje”, “vivo en una jaula de oro”, “eres una avispa disfrazada de oveja”, dari yanki, lito y polaco, don Omar, don chezina, wisin y yandel, la potra, el cuco, Julián oro duro, moreno negrón, mambo vilento, las chicas caribe…, todos al mismo tiempo, pero Sirita tenia la capacidad de distinguir entre todas, todas las cantaba al mismo tiempo, una gran capacidad de estar atenta a todo, de defenderse de todo, de saber de que hablar y de que no, de responder en mas de una ocasión con un: Bueeeeeno!!, ssse!!, definitivamente, en la calle 7 con respaldo 5, al lado de la cañada, donde desembocan 50 letrinas y debajo de la mata de jabilla que sembró Gabriel alias el Maco, matar y pelar un pollo es un acontecimiento cotidiano, normal, y hasta se suele ver a candidatos usar al o la pollera a granel para su promoción política.


Se necesita un buen punto, tres piedras, una mesa, un machetico, fundas plásticas, una lata de la grande de aceite, cuyos filos hayan sido amoldados con una piedra de rayo buscada en el rió y que además sirve para majar los sazones de la casa, un delatar con bolsillo, madera y/o leña, un peso y algún otro aditamento afín.


“Eta vaina de comprá pollo ta jodona y ese mercao coge un mardito bajo cuando llueve”, Salió Leo con una docena de pollos vivos del mercado, 6 y 6 amarrados por las patas, cabeza para abajo, detrás del motor. Lo acusaban de siempre jeder a pollo. Saldo: 2 ya estaban agonizando en el mercado por asfixia, murieron en el motor, 2 murieron trágicamente a causa de traumas severos ocasionados por los rayos del motor, 2 al ser lanzados del motor, 3 de ellos no se determinó la causa pues salieron vivos del mercado y no presentaban traumas, Sirita solo mató 3.


Indicación: Se agarra el pollo por las alas y se le juntan por detrás de la “espalda” dejando que cuelgue, mano cerrada o abierta, se aplica un contundente golpe con la parte del filo de las manos (atención no es un trompón, ni con tubo, palo o piedra, pues el matapollo no produce hematoma, cosa que hace depreciar su carne), puede ponerse un guante si lo desea, este golpe es llamado comúnmente: “Matapollo”. El sonido del mismo, los excrementos que tire y lo que haga en el suelo en los próximos treinta segundos, el casi difunto, le indicará la efectividad del golpe. En ocasiones hay que darle más de una vez o aplicar otro método, no solo porque no todos saben como dar un matapollo efectivo, sino también a solicitud del o la compradora. Normalmente se le da un jondión al suelo y al minuto estará listo para un breve baño con agua caliente (breve porque al pelarlo, si lo deja mucho, se desuella y/o despelleja) y proceda a desplumarlo (pelarlo).


El viaje fue largo, desde Liceo al medio saliendo por la carretera de Moca, como 200 kilómetros, 5 mil pollos en sus jaulas detrás de un camión, 3 millones de hormonas, 3 semanas y ½ de crecimiento acelerado, el mercado, 2 de la madrugada, el barrio 6.30 am, libra y media en la casa de Cuca 9:00 am, de arriba (trae pechuga, caballete, molleja, cocote y patas), bien sazonao, oloroso, guisao con azúcar crema pa que coja color, mientras Manuel, el policía, duerme-ronca después de que “sin querer” matara a Marino el de la parroquia, un día más bajo la sombra del Plan de Seguridad Democrática, la banda de los morenitos y las bachatas del colmado de Arcadio, definitivamente, “Matar un pollo tiene su historia”

José Reyes

Nota: Los personajes de esta historia, los hechos, los pollos y la forma en que mueren no son ficticios